Patricia Publicitat · Especialista en comunicació

NADA COMO SU AROMA

Cuando echas a una persona de menos muchas veces recuerdas su perfume, el olor de su piel... Y es duro que no esté ahí. Pero ya hay muchos poemas sobre esto, e infinidad de historias tristes que lo cuentan. Cartas de amor, mensajes románticos en el móvil... Hoy hablo de otra cosa: del PAPEL. Sí, del papel. El placer inmenso que tus sensores olfativos experimentan al entrar en una librería, o al abrir una revista, un periódico o un libro recién comprado. Seguro que alguna vez lo has hecho. Yo confieso que me encanta pegar mi nariz a las hojas e inspirar...

Ya expliqué en mi primer post de este humilde Blog que fueron las revistas femeninas y de moda las que me ilusionaron y motivaron para ser periodista. Lógicamente no por su olor, sino por su contenido. Pero hoy no sé por qué pienso en ese aroma especial. A nuevo, a trabajo recién salido del horno, a belleza... Casi a perfume. ¿Porqué no hacen un perfume "de revista"? O de libro, Creo sinceramente que tendría mucho éxito.

La revista 'Woman' fue una de mis primeras referencias, y su directora entonces Joana Bonet. Entonces yo rondaría los 16 o 18 años. Y más mayor me enganché a 'Vogue', número tras número. De hecho luché hasta conseguir trabajar en la editorial que la publicaba. Momentos felices, sin duda. Me encantaba el mundo de la moda. Desde la facultad me especialicé en eso, mientras la mayoría de mis compañeros soñaban con ser reporteros de periódicos, corresponsales de agencias de noticias. Llevaban la actualidad en la sangre. Yo no, me gustaba otro tipo de periodismo, más pausado, el de las revistas de moda. Hoy en día se compran muchas menos porque todas tienen magníficas versiones online, que además se actualizan varias veces al día y no hay que esperar un mes para leerla. Pero si la quieres tener en las manos, como a mi me gusta, nada como el papel. Sí, ese que huele tan bien.

Estas revistas -y respeto a los que opinan que pueden ser vacuas e irreales, aunque no lo comparto- te hacen ver cosas bellas, no sólo para vestir o maquillarte, sino para entretenerte con artículos llenos de positividad. No se habla normalmente de noticias de guerra y asesinatos, sino de lo fashion que es un peinado, una prenda, un evento o una actitud. Sencillamente son trabajos muy bien preparados y con un gran diseño. Y a todo el mundo le gusta ver fotografías espectaculares. Esos anuncios a doble página según las abres, a mí (como publicista que también soy) me impresionan. Que interese o no lo que propone un diseñador o no eso ya es cosa de cada uno. Pero son alegres, y la alegría es necesaria. Los libros también lo pueden ser, pero personalmente prefiero la novela negra, que no es triste, es interesante y te mantiene en vilo. Eso no lo logra una revista de moda, su objetivo es informar de forma relajada, de temas agradables, visualmente atractivos.
NO estrés.

Y hace unos años descubrí, por trabajo, la revista 'Barcelona Divina'. Y efectivamente es divina. Habla de moda, pero no es su razón de ser. Son los personajes interesantes, los lugares que no te puedes perder, los profesionales destacados de diferentes ámbitos que explican su trayectoria, las propuestas de ocio en esta ciudad, la cara más urbana de las celebrities... Me gusta su estilo. Tiene estilo y mucho. Y en mi vida profesional actual, igual que en su día fue Vogue o Woman, también ha influido, aunque de otra manera. Por supuesto, también huele estupendamente... faltaría más. Estoy segura de que las personas que la hacen posible también son precisamente eso, estupendas. Felicidades desde aquí por vuestro trabajo.




Por todo eso me atrevo a recomendar que compréis este tipo de revistas, y no sólo las consultéis online. Y en verano las llevéis a la piscina, a la playa... es relajante. Desconexión dándole a nuestro cerebro imágenes de belleza y sí, probad a respirar ese aroma a recién impreso, ¡sobre el que vuelvo a decir que me gustaría proponer a los perfumistas que lo estudien seriamente!

Pero nada, NADA, como su aroma, el de esa persona que te enamora, ¿verdad o no?

Patricia Giménez